Gemma
María Cañadas de veintitrés años y estudiante de tercer curso de magisterio
en una reconocida universidad de Madrid
sufrió ayer un agudo caso de hidrocefalia. La cabeza de Gemma no se ha
desarrollado como debería y su cráneo es tan frágil como el de un bebé y,
debido a ello, nunca ha podido llevar una vida normal. Pero ayer su problema se
acentuó. A causa del estrés provocado por los exámenes y del excesivo consumo
de Coca Cola su cerebro, poco a poco, se fue llenando de ``cocawather´´, que es
el nuevo término con el que los especialistas han denominado a la mezcla de
agua y coca-cola. Gemma empezó a encontrase mal, su cara empezó a teñirse de un
rojo fosforito y su cabeza se empezó a hinchar hasta alcanzar el metro y medio
de diámetro. Sus compañeras de residencia, alarmadas, llamaron al 112 y, según
nos cuentan, se quedaron perplejas al observar como su amiga empezaba a flotar
por la sala de estudio. Cuando llegó el Samur Gemma estaba en el techo, la bajaron
con mucho cuidado pero, al intentar meterla en la ambulancia, se los escapó y estuvo
flotando cerca de tres horas por el centro de Madrid. Gracias a la eficacia del
helicóptero del Summa consiguieron rescatarla. Ahora se está recuperando en el
Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Hemos podido hablar con el médico que
está llevando su caso y nos ha dicho que está estable dentro de la gravedad,
queda comprobar ahora si ha sufrido alguna lesión cerebral que afecte a alguna
de sus funciones básicas. Nos cuenta que han conseguido bajarle la hinchazón
metiendo su cabeza en hielo y a base de antiinflamatorios como Indometacina o
Piroxicam. Nos hemos puesto en contacto con sus familiares más directos y nos
han comentado su indignación ante la negligencia cometida por el Samur
notificándonos que ya se han puesto en contacto con sus abogados para emprender
un proceso legal contra ellos.
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